Seguidores

martes, 16 de octubre de 2018

El bosque arco iris


El bosque arco iris

Camill, era una nena, que debido a sus alergias, debía pasar mucho tiempo en su dormitorio.
A veces se ponía triste, porque no podía salir a tocar las flores, o abrazar a un cachorrito, o simplemente comer algo rico, como un chocolate.
Pero podía soñar, como casi nadie podía. Y al despertar contaba los hermosos sueños que había tenido. Todos a su alrededor, se maravillaban de las historias fantásticas, que contaba al despertar.
Decía que su amiguita de los sueños, la ovejita Tita, le había mostrado un bosque, donde convivían todos y se respetaban tal cual eran. Allí los árboles eran todos diferentes. En especies, tamaños y colores. Le llamaban el bosque arco iris.
Un mañana, Camill abrió sus ojitos, y sentada junto a ella en la cama, estaba su amiga la ovejita Tita. Había cruzado desde el reino de los sueños.
Tita traía en sus manitos, una pluma y un libro diminuto. Tomó de la mano a Camill, y la llevó hacia el jardín donde estaba la casita de muñecas.
Entraron a la casita y sobre la pequeña mesita, había una cajita dorada.
Camill, abrió la cajita sorprendida, porque nunca la había visto allí.
Una llavecita multicolor, brillaba en el interior.
Tita, tomó la llave y la introdujo en la pequeña cerradura, que había en el libro.
El libro abrió sus tapitas, como si fuera un cofre que guardaba tesoros, y mostró sus hojitas blancas, sin nada escrito en ellas.
Luego le dio la pluma a Camill y le dijo que escribiera allí, un deseo.
_ Piensa muy bien lo que deseas, le dijo. Solo puedo cumplirte uno.
_ Camill, apretó sus ojitos y recostó el librito a su corazón; luego pidió su deseo, mentalmente.
_ Tita, inmediatamente, se acercó a Camill y le dijo que mirara el libro.
El libro que antes estaba vacío, se había cubierto de letras, y rayas.
_Observa, dijo Tita, ¿reconoces algo?
_ Si, dijo Camill, emocionada. Es el mapa que me mostraste en sueños, y que llevaba al bosque arco iris.
_ Así es pequeñina, dijo Tita. Iremos desde aquí, y allí tu deseo será cumplido.
Al momento se oyó un toc toc, en la puerta de la casita de muñecas.
Al abrir, una ardilla, con un gran sombrero, lentes y una mochilita en su espalda, las saludó.
-¡Buenos días Camill! ¡Buenos días Tita!
_ Buenos días Pilla, dijo Tita, y le dio un abrazo.
_ Buenos días, dijo Camille. ¿Y tú quién eres?
_ Yo soy Pilla, la ardilla guardiana, del bosque arco iris.
_ ¿Y por qué has venido tú? Preguntó Camill, cada vez más intrigada.
_ Yo he venido a buscar la puerta.
_ ¿La puerta? ¿Qué puerta? Preguntaba Camill, mientras caminaba detrás de Pilla, que había sacado de su mochila una esfera de cristal y parecía usarla como brújula.
_ La puerta que nos llevará al bosque arco iris, sin que tengas que dormirte.
De pronto Pilla y Tita, se miraron y caminaron hacia una piedra que había en el jardín. Al aproximarse, unas orejotas asomaron, luego bigotes y luego una trompita rosada.
Era la coneja Meja. Tímida se asomaba, para asegurarse que eran sus amigas, quienes se acercaban.
_Al fin llegaron, dijo Meja. ¡Hola Camill!
_ ¿Y tú? ¿Quién eres?..
_ Soy Meja, la coneja más rápida del bosque arco iris. Tan rápida, que cada vez que tú te duermes, yo salto desde el reino de los sueños y te llevo a pasear por él.
Camill, se restregaba los ojitos, porque ya no sabía si estaba despierta o soñando. Era alérgica a casi todo, y esa mañana andaba con una oveja, una ardilla y una coneja, y ni un estornudo.
Pensaba…
-Mmmm ¿será que ya, se cumplió mi deseo?
_ Vamos Camill, vamos que ya sabemos dónde está la puerta. Corre, corre…
Y corrieron todas hacia la cocina de la casa.
Meja, Pilla y Tita, se metieron debajo de la mesa y le estiraron la mano a Camill. La niña se agachó y también se metió bajo la mesa.
De pronto, se vio en el bosque arco iris. Pero esta vez, olía el perfume delicioso de todas las flores. Sentía en los dedos, las diferentes texturas, de las cortezas de cada árbol. Algunos se perdían entre las nubes, muy flacos y altos. Otros eran bajitos y regordetes. Algunos de colores oscuros y otros con colores brillantes. Era hermoso, mágico. Se escuchaban las aves trinar, formando exquisitas melodías. Todos eran tan distintos y sin embargo formaban el bosque más hermoso de todos los bosques. Camill estaba tan encantada, que se sentó junto al tronco de unos de los árboles. Uno que tenía el follaje, de su color favorito. El lila. Y se quedó dormida.
De pronto su mamá, entró a la cocina y se encontró a Camill, dormida bajo la mesa.
_ Hija, que haces bajo la mesa. Luego te da tos y estornudas todo el día. Ya sabes que no puedes tomar frio.
_ Mamá, es que Tita, Pilla y Meja, me vinieron a buscar para llevarme al bosque arco iris.
_ Mi vida, otra vez estabas soñando. Vamos hija, vamos, debes abrigarte.
Desde ese día Camill, ya no sufre más alergias. Ahora tiene en su jardín, una oveja y una coneja y a veces una ardilla llega a visitarlas.
Al estar mejor la nena, hicieron ese viaje en familia que siempre quisieron, pero por cuidar a la niña no se animaban.
Se fueron a la montaña, buscando aire puro y tranquilidad. Al salir a caminar por el bosque, pudieron observar la variedad de colores y especies de los árboles. Eso lo hacía maravilloso, mágico, perfecto.
_Es un bosque arco iris, dijo Camill. Por eso es tan hermoso.
Como el bosque arco iris, es el mundo en que vivimos. Todos somos distintos. Cada uno con su apariencia, personalidad, ideas y actitudes. Todos juntos, hacemos un bosque maravilloso.
Siempre respeta, valora y acepta a los demás, con sus defectos y virtudes. Como en el bosque, aceptan a todos los árboles, sin más.
Mónica Beneroso Salvano
Yeruti"
Rincón infantil
Uruguay
Derechos reservados
Imagen de la web

No hay comentarios:

Publicar un comentario